Sal ! Fuera! Vete! Vete de una vez! Déjame en paz por favor! No quiero
volver a verte dando vueltas por aquí! Estoy cansada de tus repentinos y
constantes paseos por mi cabeza! Sal de una vez! ¿Es qué no ves que no
me dejas avanzar? ¿Es que no te das cuenta de que mientras tú sigas
viniendo no podré invitar a nadie más? Y, lo siento si no te gusta
oírlo, pero quiero que sea otra persona la que se pasee por mis
pensamientos, no tú. Porque tú y yo ya no somos, porque aquello que
fuimos se quedó atrás. Porque tú lo dejaste atrás, y yo no hice nada por
evitarlo. Era lo mejor, siempre lo supimos, o de eso pretendimos
convencernos. Da igual. Lo hecho, hecho está. La cuestión es que, a
pesar de eso, es imposible que no piense en ti. Siempre, antes o
después, al levantarme o al acostarme, cuando te conectas, cuando
escucho una canción que me recuerda a ti, cuando suena en mi mp3 una de
las tantas canciones que me dedicaste una vez, o las otras tantas que yo
te dediqué a ti. Siempre, eres un okupa permanente en mi cabeza. Y
ahora quiero que te vayas. Ya está bien. Bastante tiempo te he dejado
quedarte ahí, a cambio de nada. Porque nunca te pedí nada. Pero vuelvo a
repetir que lo nuestro se acabó, y ahora debes irte, porque quiero
empezar otra vez, desde 0, con otra persona. Y tú no me dejas. Y que
sepas que odio cuando quiero pensar en él, y al final siempre apareces
tú. Con tu estúpida preciosa sonrisa, con tus besos que me hacían dar
vuelta y media al mundo, con tus caricias capaces de bajarme al mismo
infierno sin billete de vuelta, tus manos, tus ojos, tu voz, tus gestos,
tú... Siempre tú... Necesito que me digas que tú no me echas de menos,
que no piensas en mi, que en tu cabeza ya hay otra persona, que todo te
va bien con ella, que, al contrario que yo, has sido capaz de enterrar
fácilmente todo el tiempo que pasamos juntos, cada noche en el mismo
colchón, cada tarde de sonrisas y bromas, cada conversación hasta la
madrugada... Necesito oírlo, por favor. Dímelo, aunque sea mentira. Déjame seguir
adelante, déjame la posibilidad de enamorarme, de que otra persona me
haga sentir... Porque, tristemente, sé que hasta que tú no quieras, yo
no te voy a olvidar... Hazme daño, déjame llorando al escuchar de tu
boca que no piensas en mi, párteme en dos y dime que has olvidado que
una vez fuimos tú y yo... No te preocupes, me repondré, te lo prometo,
la herida no será tan grave, yo me encargaré de eso. Tú solo hazlo,
dilo, sal, vete, no vuelvas... No te quiero... No te quiero querer...
No hay comentarios:
Publicar un comentario