Algún día te acordarás de mi, no sé cuando, no sé donde ni sé el porque.
Pero lo harás y no por lo que te hacía sentir, no por todo lo que te
quise, ni si quiera porque conozcas a alguien que esté tan mal de la
cabeza como yo. Te acordarás de mi en ese momento, justo en ese en el
que mires a tu alrededor y me busques, y no me veas ahí, a tu derecha,
donde siempre solía estar. En el lado que dedicaste a contar tus
confidencias a ese grupillo de personas en las que confiabas, espero que
ellas si que sigan a tu lado, de verdad lo espero. Te acordarás de mi
en ese instante en el que te entren ganas de llorar porque hace mucho
tiempo que no te abrazan ni te dedican una sincera sonrisa solo por
alegrarte un poquito más el día, siempre en la medida de lo posible
claro... siempre. Te acordarás de mi la próxima vez que te digan adiós,
un adiós irrevocable, no como los míos que son demasiado cuestionables,
un adiós rotundo, sin vuelta atrás. Y te darás cuenta que los míos,
aunque no valieran nada, te hacían sentir mejor por el simple hecho de
que yo no soy de las que se largan, ni de las que se quedan esperando.
Soy de las que están atentas, desde lejos, intentando hacer algo para
que no sufras, para que lleves la vida que quieres llevar. Soy de las
que te disculpan sin tener razon alguna para hacerlo, y créeme que eso
lo echarás de menos algún día.
Pero puede que ese día, cuando te acuerdes de mi, yo... yo ya me haya olvidado de ti.
"No tenías esa mecha para que pudiera prenderte, y yo no tenía fuego para poder quemarte las ganas."
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